Por Rafael Pérez:
No corren buenos tiempos para las legiones de los Medias Leguas. Son muchos/as los que han perecido en los combates de la guerra navideña en la que nos encontramos inmersos. El enemigo nos acechaba a todos, había que estar atentos, no mostrar debilidad, ser comedidos, no caer en la relajación ni escuchar cantos de sirenas…
El día 26 de diciembre, en las primeras escaramuzas de la batalla, los excesos (en el comercio y más en el bebercio) produjeron las primeras bajas en nuestras filas.
La noche del 31 fue mortal, demoledora, causó verdaderos estragos, sobre todo en el batallón de las féminas (desaparecido en combate) y cuantiosos daños (aún por evaluar) en el resto.
Pero la batalla del 2 de enero pasará a la historia. Sólo un puñado de héroes incombustibles, los más fuertes, los más poderosos, los mejor preparados para el combate lograron sobrevivir.
Después de reponer fuerzas a base de huevos comenzó el homenaje a los caídos/as. Fue un acto sencillo, pero emotivo, sólo dos breves oraciones: una por las féminas… y otra por los borrachos y demás pringaos que tuvieron que ir de compras con sus mujeres por no ser precavidos.
FELIZ AÑO NUEVO A TODOS/AS
Rafael Pérez.