Se presenta calurosa y festiva, la tarde cordobesa del 23 de mayo. Corrillos de niñas guapas y familias enteras van y vienen del real de la feria, mientras el COBEX MEDIA LEGUA BAENA se ha presentado con seis equipos en las campas del Parque de Miraflores para disputar la 3ª EKIDEN de Córdoba. Desde la Torre de la Calahorra se divisan los estandartes y carpas de los clubs mas poderosos, blasones y gallardetes que ya ocupan su lugar. Bajo un sol de justicia, las cohortes de Julia Regia van en formación cerrada pertrechados con su nueva equipación. Nos situamos a la sombra de los temidos “Trotasierra”.
La expedición la componen lo mas granado y florido del club, desde los centuriones y forajidos de leyenda (Pelagio, Rafa, Pablo, etc), hasta los cuerpos de élite (Jesús, Alfonso, Curro, Alberto, José Luis, “Espartaco” Tarifa..), pasando por las niñas, (Ana, Mayca, Mª Carmen, Isabela) y la tropa de infantería, de la que formamos parte la mayoría. Solo faltan los Toledo y los Morales (padre e hijo).
Son las seis menos cuarto de la tarde y los primeros relevistas se van a torrar vivos (38º a la sombra). Esto se confirmará pronto con el estrepitoso hundimiento del que les habla. Sin “competir” desde noviembre, con unos kilos de mas y con el bochorno que se deja caer junto al río, “barrunto” que hoy no voy a salir de aquí de rositas. El instinto empieza a activar mecanismos de defensa: que si ambiente festivo, que si es solo un diez mil mas, que si es llanito, un recorrido vistoso, en fin que vamos a pasar el trámite y echar un ratillo con los amigos, esas cosas. Pero cuando se acerca la hora de la verdad, la que pone a cada uno en su sitio, se acaban las risas, y la gente se pone tensa. Aquí se va a liar la de Dioses Cristo, y yo soy de los que entra al trapo. PUMMMM !!!! Esto va en serio, sálvese quien pueda y maricón el último.
Salva, Pelagio Jr. y Jesús salen que se las pelan, no los volveré a ver. Toca tragarse la polvareda que han levantado los más rápidos. Decido equivocadamente seguir el ritmo de nuestro presidente, que va sobrado después de su reciente mapoma. Va escoltado por Pablo, un gladiador curtido en mil batallas, uno de los forajidos de leyenda del club, de los que sabe correr a ritmo, un martillo pilón que si te pilla con la guardia baja te machaca. Pronto me doy cuenta, o quizá demasiado tarde ya, de que van demasiado rápido para mi, pero uno es terco y no quiere aceptar la realidad. El calor aprieta de lo lindo, exprimiendo al personal. Cada uno hace lo que puede. Al paso de la primera vuelta esta claro que no voy bien. Va a tocar sufrir. Me descuelgo y empieza mi particular calvario. Sudando como un pollo y la mirada hundida en el asfalto me empieza a adelantar gente, no muchos todo hay que decirlo, pero porque quedan pocos detrás. He pasado el punto de no retorno, ese que sabes que una vez lo sobrepasas ya no te recuperas. Esa sensación es la peor. En vez de correr parece que me estoy retirando, arrastrando. Es tarde. Esto es una carrera por relevos, y si falla uno, falla todo. O sea que no hay opción. Está claro, me ha entrado un pajarón de caballo. Cuando me alcanza Juan me da el agua que lleva, que detalle por su parte con la que cae. ¡ Gracias fenómeno!. El tiempo pasa despacio, a cámara lenta, los mas viejos del lugar a la sombra, viendo pasar los últimos cadáveres, hay gente “pa to” pensaran, y con razón, a quien se le ocurre con el aire tan espeso. Hoy toca vivir el lado oscuro de las carreras, el que no se suele ver. Tiene huevos la cosa con perdón, que en un diez mil, lo voy a pasar peor que en todos los maratones que he corrido. Esto ni al más novato.
Al final llego a meta después de pasar el interminable último zig, zag, zig, porque había un último zig, sí desesperante. Le paso la cinta a Juan José, que parece que me mira como si dudara en salir por patas, o recogerme a mi. Al final hace lo correcto, comenzar la remontada, lo primero es el equipo, y el está acostumbrado a trabajar en equipo. Sale como alma que lleva el diablo, el cartel de la tarde del COBEX MEDIA LEGUA 1 lo completarían Falete, Damian y Carlos. La verdad es que no puedo ni con mi alma, hay fuera se ha pasado las de Caín. Definitivamente el diez mil no es mi distancia, aunque hoy pensar en una media me da la risa.
Me empiezo a refrescar por dentro y por fuera, parezco un salmonete. Me siento en un banco un poco mareado, y ahí que aparece Curro interesándose por mi estado (evidentemente no iba a ser por la marca). En ese momento es mi ángel de la guarda. Me reconforta saber que está allí, aunque casi me preocupa mas la cara que trae cuando me ve, … “tranquilo, bebe agua, agacha la cabeza”, debe haber sido rastrera e impresentable mi entrada en meta, impropia de un media legua. Me recupero y me pongo en cola para recoger las vituallas y regalos propios del evento. Se me hace interminable pero lo peor ya ha pasado. Nunca me ha sentado mejor la sandía, pero hecho de menos la cerveza, hoy la tienen toda al otro lado del río. Al final me tumbo en el césped, a la sombra, que felicidad, que alegría, si corre airecito y todo, floto, levito ….
Mas tarde, cuando vuelvo a ser persona, me doy un rulo por meta para ver a los nuestros, que se están batiendo el cobre de lo lindo. Vaya caras, aquí nadie regala nada, no hay tregua !!. Muchos ya han terminado. Mi equipo está remontando posiciones, que monstruos, pero que c… le echan. Y ahí va José Luis cerrando el relevo de los mas veloces, rápido como una centella y sin la camiseta oficial como acostumbra, se le ha concedido la patente de corso, tiene sus propias reglas, entra igual que sale, lo del calor no va con él, parece que no ha corrido el malamadre. Espartaco Tarifa, el mas duro entre los duros entra mas tarde con Nono, de la saga de los Navarro Esquinas, gente noble donde las haya. El primero lo hace sonriendo, como si con el no fuera la cosa. El segundo, mi amigo Nono ha hecho un tiempazo y se desparrama en un banco como si le hubieran sacado las tripas. Parece que no le ha salido gratis, ha debido sufrir lo suyo. Definitivamente creo que no se queda esta noche en la feria. Al final, con sus mas y sus menos todos muy bien. Hemos metido a los 6 equipos en meta. Nuestra representación ha sido de las más nutridas, empieza a sonar y a ser respetado el nombre de los medias legua.
Lo importante de hoy ha sido el baño de humildad. La vida te da lecciones cuando menos te lo esperas, y hoy ha sido una de esas. A veces el ser humano no aprende. La realidad pone a cada uno en su sitio y a mi hoy me ha enviado al fondo del abismo, con la mayor pájara en el día menos pensado. Eso del que tuvo retuvo, será en el poker o pescando, porque cuando de correr se trata, o estás preparado y conoces tus límites o mejor te quedas en casa. Al final se junta todo, mala preparación, sobrepeso, cansancio previo (estuve con la bici de montaña por la mañana, para buscarme luego una excusa supongo), mucho calor, el primer día de calor fuerte corriendo, y sobre todo no saber interpretar toda esa información y mantener la cabeza fría en carrera. He actuado como un novato, como un pardillo. Y el caso es que se veía venir…..
En definitiva, un día muy positivo en cuanto a enseñanzas, hay que aprender de los palos y las derrotas, y un gustazo el poder juntarnos otra vez para dar guerra. Me alegra ver como va progresando el personal, cada uno en su medida. Los zagales están que se salen y los mas veteranos dando ejemplo y templanza como suelen. De todos se aprende algo. Nos volvemos en el bus, comentando la jugada y contando batallitas. Alberto, que buen chaval, de los que despunta, está ya pensando en el himno, el “Never run alone”. Y como nos gusta mantener algunas costumbres, damos buena cuenta de unas cervezas y las tapillas de rigor ya en Baena. Buenas noches señores, cada mochuelo a su olivo que hoy duermo como un bendito. Ha sido un honor como siempre. Hasta la próxima, porque volveremos, no lo dudéis.
Fdo. Rogelio Urbano
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