3ª PARTE: “ Y A “
“ A L E A I A C T A E S T = L A S U E R T E E S T Á E C H A D A “
Para algunos es la primera, para todos la más importante,“ROMA“; no podemos fallar.
Muy temprano repostamos combustible, “Gasoil”, por supuesto; la carrera es larga, y nuestro motor, “Diesel”. Plátano, miel, carne membrillo, uvas pasas, pan de higos, barritas, mazapán y bebida isotónica. Vaselina en las zonas de rozamiento, pulsómetro, visera, muñequera y geles energéticos.
Ya en El Coliseo en la zona de salida, entre el ingente “mare magnum“, perdimos a muchos mediasleguas. “Ave Caesar, morituri te salutant”. Pero no iba a ser así, porque: “Dei facientes adiuvant”( Los dioses protegen a quien entrena ). Pistoletazo; tardamos 4′, 20», en llegar a la “exitus”= salida. Demasiado atrás, junto a los globos de 5h, 30′, en torno a la posición 10.500. La multitud nos impedía ir cogiendo nuestro ritmo. Los cinco primeros kilómetros corrimos por las aceras para evitar al pelotón; adelantamos a unos tres mil para situarnos hacia el 7.500.
Ya casi podíamos correr. Es un momento clave. La carrera tira de ti, te arrastra, te enciende, y entonces, en lugar de dejarte llevar, controla, sé conservador, y superarás no sólo el muro del kilómetro 34, sino que alcanzarás la victoria a pesar del brutal desgaste. La adrenalina nos excita, nos espolea; regula tu ritmo, vigila tus pulsaciones. Nuestro ritmo era bueno, quizás algo conservador, pero mejor así. “Fama necat virum” ( La ambición mata al hombre ); y no queremos que nos ocurra.
Pasado El Vaticano y llegados a la media maratón en 1 h, 56′, ya habíamos adelantado a otros mil corredores. Mejor adelantar a que te adelanten, señal de buenas sensaciones físicas y síquicas. Llega el momento de la verdad, “El Muro “, Km 34, Plaza Navona. Hay que demostrar que somos:“Altius, citius, fortius” ( Enormes, esforzados, hercúleos ).
Durante toda la carrera fuimos hidratándonos con agua e isotónica, y en este momento, cuando ya no te quedan hidratos de carbono, ni glucosa, cuando el oxígeno apenas llega a los músculos, tomamos un gel energético y un poquito de agua, que nos producen un efecto, quizás más síquico que físico, para seguir adelante.
“Vía del Corso, Plaza del Pueblo, Plaza de España, Fontana de Trevi. Km 38”. ¡ Vamos Pablo ! “Vade mecum”( Camina conmigo ). Mi “Alter ego” de tantos entrenos, carreras, sufrimientos y disfrutes, prefirió no forzar en la dura y ondulada parte final. Nuestro objetivo, cumplido; llegar bien, casi sobrados, por debajo de las cuatro horas, en los puestos 4.684 y 4.851, respectivamente, de los 12.500 que conseguimos gloriosamente llegar al final. Habíamos superado en los últimos doce kilómetros a otros 1.200 corredores.
La meta en “Los Foros Imperiales” suponía la victoria; como dijera Filípides hace 2.500 años: “ NENIKÉKAMEN “ ( HEMOS VENCIDO ). Aquél soldado cayó desvanecido y murió. “ Los Mediasleguas “ esforzados y valientes, todos culminamos exultantes la hazaña, aunque algunos con la sensación de poder mejorar, y otros con la de sacarse la espina, al haberse dejado llevar por un ritmo quizás demasiado exigente para la distancia. Si ése fue el error, “Errando discitur” ( Se aprende, equivocándose ). La próxima, dominaremos nuestro ímpetu.
El año que viene, ¿dónde?. París, Praga… Pronto llegará el descanso, imprescindible para recuperar y evitar lesiones en este tiempo frecuentes por la sobrecarga acumulada. Al final de los rigores estivales reanudaremos con ilusión y constancia la nueva temporada. Que nadie crea imposible la aventura de correr un maratón, pues:
“ ATHLETAE CULTUS NEMO NISI STULTUS SPERNIT “
“ EL CUIDADO DEL ATLETA NADIE LO DESPRECIA SINO EL NECIO “