El pasado Domingo día 13 de Diciembre, se llevó a cabo en Córdoba la XXI Edición de la Subida a las Ermitas, o también llamada, Carrera de la Constitución y dos Medias Leguas estuvimos representando a nuestro Club de la mejor manera posible. En esta ocasión, el “Trío Calavera” (seudónimo creado por Rafa Toledo para referirse a José Manuel Muñoz, José T. Santaella y Falete), se quedó en un dueto, puesto que para nuestro pesar, nuestro compañero de fatigas y de subidas, José Manuel Muñoz, estaba indispuesto por enfermedad.
De esta manera, a la hora prevista y con más frío que “pelando rábanos” (aunque para frío, el que estarían pasando seguramente nuestros compañeros en la Media Maratón de Granada), los dos atrevidos Medias Leguas, nos colocamos en primera línea de meta (por eso de la foto), con más ganas de tirar para la entrada del Corte Inglés (la salida era desde la misma puerta en Ronda de los Tejares) para resguardarnos del frío, que para la Plaza de Colón, que sería el primer paso por donde transcurriría la carrera.
Cuando se escuchó el pistoletazo, mi estimado compañero y yo, nos deseamos suerte y a por el toro, lo que ocurre es que, en esta ocasión, las astas de este morlaco venía reflejadas por continuas crestas y desniveles que picaban hacia arriba y que destacaban en el perfil de la carrera.
Los primeros 4 Km, transcurrieron con relativa calma, aunque a decir verdad, los dos km. de la Avenida del Brillante, con “suave” (en comparación de lo que estaba por venir) pendiente, se me hicieron interminables. Una vez que salimos de la ciudad, nos encontramos con las primeras rampas y curvas, las primeras de un interminable rosario de encadenadas curvas cerradas que mejor era tomarlas por fuera (aunque se recorriera más distancia), que por dentro, puesto que una vez dentro de la curva y combinando con el peralte, parecía que la fuerza de la gravedad aumentaba por 10 su atracción al suelo de nuestras piernas.
Todo tranquilo, hasta que,…, mi querido compañero José Santaella, mostrando una potencia que en él ya se está convirtiendo en “santo y seña” de su estilo de carrera, dio el hachazo, dejándome atrás junto a tres corredores que a la postre, serían mis tres gregarios de carrera hasta la línea de meta y es que, no hubo forma de irnos unos de los otros. Lo peor es, que me llevaban desesperado, puesto que el ritmo de respiración que mostraban era indicador que les iba a dar un infarto en breves momentos, pero los “pesaos” allí al lado todo el rato hasta que los dejé atrás en la bajada de los tres últimos kilómetros.
La subida se puede catalogar en términos similares para referirse tanto a su dureza, como a la belleza de la misma. Una cosa contrarrestaba a la otra y es que, merece la pena realizarla, puesto que creo que es de las más bonitas de las que hay en el circuito provincial. Casi al término de la subida, nos encontramos con una muy grata sorpresa y es que en medio de esa inmensidad de lateras, encinas, curvas y alcornoques, los ánimos de una paisana y compañera del Club (Mª Carmen Sáez) hicieron que la pesadez de las piernas se transformaran en alas. De esta manera, afrontamos la bajada, con pequeñas subidas (de unos 100 m.) a lo largo de 3 km. Fue a lo largo de esta bajada, cuando me volví a encontrar con mi compañero José Santaella y de esta manera, pudimos llegar los dos juntos a la meta.
En general, ha sido una carrera preciosa y por supuesto recomendable para hacerla en próximas ediciones y aunque existe bastante dureza, no se queda sólo en eso (como ocurrió en la carrera de Santa Cruz- Espejo), sino que el sabor de boca que quedó fue muy positivo. Indicar además, que la organización estuvo muy bien, con infinidad de miembros tanto de Tráfico, Policía Local y Protección Civil en cada uno de los cruces y tramos por donde transcurrió la carrera.
Aprovecho para finalizar, para dar las gracias a mi gran amigo y compañero de fatigas y de satisfacciones en carreras y entrenamientos, a José Santaella, el cual, como siempre, hizo que la carrera y toda la jornada transcurriera de manera magnífica. Para la próxima, deseo que el “Trío Calavera”, vuelva a ser de nuevo trío (ánimo José que en la próxima seguro que te desquitas) y que muchos más Medias Leguas puedan disfrutar de las vivencias y sensaciones que transmiten esta subida.
No quería terminar esta crónica (que más bien, parece el Quijote), sin felicitar a todos los compañeros que estuvisteis haciendo la Maratón de Granada (nos acordamos mucho de vosotros) por tan magnífico papel que hicisteis y como siempre, en tan buen lugar dejasteis el nombre del Club Media Legua de Baena.
Un saludo para todos.
José Rafael Navarro