Nuevo viaje deportivo-cultural realizado por el Club Media Legua, esta vez a Murcia, capital de la huerta del Segura.
Resumen fotográfico del viaje a Murcia en nuestra Galería Fotográfica
Al final, tendrán que invitar las autoridades a nuestro Club, a participar en sus carreras populares para que llevemos la lluvia a lugares tan necesitados. Las previsiones eran de canoa y traje de buzo, si bien, tras una lluviosa madrugada del sábado, escampó justo a la hora de correr.
Con tiempo fresquito y nieve en la comarca de Puerto Contador, entre Guadix y Baza, trascurrimos por terrenos áridos propios del levante español, atravesamos la vega murciana rebosante de naranjos y alcachofas, hasta llegar al hotel Tryp Rincón de Pepe, sito en el casco histórico muy cerca de la catedral.
Tras repartir las habitaciones fuimos al Corte Inglés a recoger dorsales y bolsa del corredor; pronto comprobamos la inexperiencia de la organización, que con mucha flema y desbarajuste, nos hicieron ir y venir porque no tenían las bolsas preparadas.
De regreso al hotel, acudimos las casi cincuenta personas integrantes del grupo, al Restaurane Nuevo Boulevard donde disfrutamos de una magnífica comida. Acabada la misma, y sin «cabezadita siestera reconfortante» fuimos hasta el Museo Salzillo donde nos esperaba un guía para enseñarnos lo más emblemático de la ciudad. Pudimos contemplar los pasos procesionales y cuantiosas figuras de Belén de este gran escultor del S. XVIII, algunas partes de la muralla árabe, el Río Segura y sus antiguos molinos, la catedral gótica con su original fachada barroca, flanqueada por imponente torre, y por último, la típica y comercial Calle Trapería con su lujoso casino de patio neonazarí. Tiempo libre y a descansar, que mañana hay que correr.
Desayuno nutritivo y frugal para los corredores de 10 km y media maratón, y abundante para los dos maratonianos. Cuando en una carrera no hay sintonía entre organización y autoridades municipales, malo no, peor. Lloviznando estaba aún cuando salimos del hotel a las 8’10 de la mañana. Pasadas las 8’30, hora del pistoletazo de salida, se nos dice que se demoraría un poco por seguridad; mentira, porque poco después se dice por megafonía, que hasta que no se acabe de montar la insfraestructura y haya orden de la policía local, no se podrá iniciar la carrera. Gritos, silbidos y abandonos, cuando se dijo que la carrera empezaría a las 9’15. Una falta de respeto sin precedentes, tener una hora esperando a casi mil personas en una mañana desapacible. A las 9’30, también media hora después de lo previsto, salieron los corredores de la prueba de 10 km.
Con el asfalto muy mojado, fue abriendo la mañana sin viento y con temperatura muy agradable para correr. Circuito plano y cómodo al que los maratonianos tenían que dar dos vueltas, mientras, otro problema, parte del mismo coincidía con el de 10 km, por lo que motos, coche de carrera y runners, nos adelantaban un poco de forma caótica.
La llegada a meta en la preciosa Plaza del Cardenal Belluga, frente a la portada de la catedral, y justo a la espalda en la glorieta de España, varios stand con bebida y fruta reconstituyente; en la misma plaza, la zona de pódium junto a la colosal fachada del ayuntamiento.
Los poco más de 20 medialeguas han conseguido 7 trofeos: 4 en media maratón, 3 en 10 km y trofeo al segundo club más laureado. Los fieles acompañantes hicieron sonar sus gritos y aplausos de ánimo, tanto durante la carrera como en la zona de pódium. Y es que tenemos unos fans incondicionales que nos quieren mucho.
Acabada la entrega de premios fuimos a comer al mismo restaurante, donde brindamos por los magníficos resultados. Nuestro presidente felicitó a los galardonados, a la familia acompañante y a los dos valerosos Filípides, que se colgaron el honor de los 42.195 metros. No se le olvidó a él ni a mí, la excelente gestión de nuestro vicepresidente, al que algunos piensan encargar la organización de sus vacaciones, pues no nos podemos explicar cómo se pueden conseguir tan buenos precios y mejor calidad.
Eran casi las 21’30 cuando llegamos a Baena tras otro viaje inolvidable de esta familia que es el Club Media Legua, deseosos de que pronto se organice uno más, al que se anime más gente preparada para asaltar el pódium de otra gran ciudad.
PELAGIO FORCADA